viernes, 11 de junio de 2010

Reportaje BBC: Venezuela y una huelga de hambre sin fin

Venezuela y una huelga de hambre sin fin

Yolanda Valery
BBC Mundo, Venezuela


Franklin Brito es un agricultor venezolano que tiene una disputa con el gobierno por su fundo de 60 hectáreas productivas, casi tan larga como tiempo tiene en el poder el presidente Hugo Chávez.

Ahora, y tras años de huelgas de hambre, pesa 40 kilos –la mitad del promedio para un hombre de 1,90 metros de estatura– y parece estar más cerca que nunca de hacer cierta su promesa de llevar el caso hasta sus últimas consecuencias.

Durante estos últimos doce meses, Brito ganó notoriedad en los medios y se convirtió en un símbolo que nadie parece poder ignorar. ¿Símbolo de qué? Como con casi todo en Venezuela, depende de uno de los dos cristales con que se mire.

Los diferentes poderes públicos le han dado la razón, lo han calificado de instrumento de la oposición y han declarado que no está en plena posesión de sus facultades mentales, en ese orden cronológico. Lo consideran, pues, ícono de obstinación, avaricia, manipulación mediática, de los manejos retorcidos de sectores opositores.

Portavoces de oposición se ponen de su parte y ratifican una larga historia de desencuentros y supuestas medias verdades y hacen de él el David que enfrenta al Goliat oficialista, que todo lo controla y todo lo puede.

Precario

"Está en esta situación porque defiende su derecho fundamental a la propiedad privada y a la libre iniciativa, porque le fue confiscada su unidad de producción y su derecho a la libre explotación", le dijo a BBC Mundo el coordinador de asuntos agroalimentarios de la opositora Mesa de la Unidad Democrática, Adonai Ochoa.

Más allá de la diatriba política, estos son los hechos: Brito se encuentra recluido en el Hospital Militar por decisión de un juez desde hace seis meses. Se niega a tomar alimentos o líquidos y rechaza atención médica por el personal del hospital, del que sospecha.

Lo precario de su situación llevó al vicepresidente del gobierno, Elías Jaua, a declarar en rueda de prensa que el gobierno autorizaba el tratamiento por doctores de la Cruz Roja venezolana.
Ángela Brito, hija del productor, le dijo a BBC Mundo que las declaraciones de Jaua habían sido una farsa. Señaló que su padre hace días que no orina, tiene los labios partidos y apenas habla.


No obstante, este jueves Brito fue atendido por médicos de la Cruz Roja, que le suministraron líquidos por vía intravenosa.

Breve historia

Para Jaua, la huelga está siendo utilizada políticamente por un grupo de opositores.
¿Y cómo se llegó a esta situación? Según cuenta la hija de Brito, todo empezó en el año 2000, por una disputa con el alcalde de la localidad del estado Bolívar en que se encuentra su fundo, en el sur del país, sobre el mejor método para atacar una plaga que afectaba los cultivos de ñame, un tubérculo comestible que se consume mucho en el país.


Brito sostiene que a raíz de este desencuentro, sus padres perdieron sus puestos como maestros y el Instituto de Tierras le otorgó títulos de propiedad a otros productores sobre los terrenos que eran suyos.

Ahí comenzó la larga historia, por la que primero el presidente Hugo Chávez reconoció que se había cometido un error y luego se le otorgaron ciertas indemizaciones –algunas de ellas en efectivo, otras en la forma de tractores e implementos- pero en ningún caso se le dio la documentación que prueba la titularidad de la tierra ni papeles que establezcan el origen y naturaleza de las reparaciones. Por eso sigue la huelga.

"Simplemente, lo que se nos otorgó no es legal. Mi papá no quiere ser cómplice de un delito de corrupción. Él ha puesto todo a la disposición de la Fiscalía. Queremos que se revoquen las cartas agrarias (documentos de propiedad entregados a los otros productores) y que legalicen la indeminización", dice.

La versión del vicepresidente Jaua es distinta. En su rueda de prensa señaló que fue el gobierno el que le otorgó la propiedad del fundo y que se han atendido todos sus requerimientos, incluida la cancelación de una deuda laboral por su trabajo como maestro.

"Queremos reiterar que a lo largo de estos casi 10 años de la situación con el señor Brito, ha privado lo que es una conducta ética de un gobierno revolucionario y en defensa de la vida humana que ha mantenido permanentemente el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez", declaró.

Enlodar

Según Jaua, la huelga está siendo utilizada por un grupo de opositores que la "quiere enlodar, para utilizar como ave carroñera la situación de salud de un ser humano y convertirlo en bandera política".

Yo diría que el caso de mi papá representa el caso de Venezuela, de injusticia, de abuso de poder, de que no hay debido proceso, de que los poderes no son imparciales
Ángela Brito, hija de Franklin

"A mi papá no lo pueden utilizar, porque, en todo caso, está en las instalaciones de un hospital militar. Lo mantienen aislado y no hay posibilidad de que nadie lo incite", replica Ángela Brito.
Éste es un punto en el que diversas organizaciones de derechos humanos han hecho hincapié: alegan que desde que un tribunal lo declaró incapaz –y la familia dice tener nueve reportes médicos que prueban lo contrario– se encuentra "preso" en el hospital militar bajo un estricto régimen de visitas y sin derecho a escoger médico.

El hospital le negó la semana pasada el acceso a un representante de la OEA y el Foro por los DD.HH. pidió la semana pasada la mediación de la influyente senadora colombiana Piedad Córdoba ante el palacio presidencial de Miraflores.

"Yo diría que el caso de mi papá representa el caso de Venezuela, de injusticia, de abuso de poder, de que no hay debido proceso, de que los poderes no son imparciales", señala la joven.
Para ella el caso no se ha resuelto porque es un "problema de imagen para el gobierno, que no quiere quedar mal".

Y si de eso se trata, cabría preguntarse a estas alturas cuáles pueden ser las soluciones.

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